-¿Qué detalle es ese?
Es un detalle sin importancia, en su relato, es decir el de Iliana al vez a Sánchez Mazas el miliciano se encoje de hombros y luego se va. En cambio el mío, es decir el de Ferlosio antes de irse, el miliciano se queda mirándole durante unos segundos a los ojos. Hubo un silencio, pensé que se había cortado.
-¿Oiga? Tiene gracia reflexionó Trapiello, ahora que lo dice es verdad, no sé de dónde saqué el encogimiento de hombros, debió parecerme más novelesco o más barojiano pero lo que Iliana me contó es que el miliciano sí se encogió de hombros, antes de marcharse.
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