domingo, 28 de abril de 2013

Presentación La vida es sueño de Calderón de la Barca





LA VIDA ES SUEÑO COMO TEORÍA DEL CONOCIMIENTO Y COMO ÉTICA PRAGMÁTICA

Como hemos visto en el título, el fin de este artículo es mostrarnos la relación que hay entre la vida es sueño y sobre todo, la ética pragmática.  Por lo tanto hemos de saber que significa el siguiente concepto que se basa en el pragmatismo, una de las posibilidades del conocimiento que relaciona lo real con lo útil. La ética pragmática se puede describir fácilmente mediante la cita conocida de Nicolás Maquiavelo, “el fin justifica los medios” en la cual este filósofo nos dice que para conseguir algo hay que estar dispuesto a utilizar cualquier método o bien que “se vale de todo para conseguir algo”. También podemos relacionarlo con el siguiente dicho “todos los medios son buenos cuando son eficaces”. Ambas citas describen perfectamente el carácter de esta ética.

A continuación el autor del artículo nos presenta una relación clara que existe entre la obra de Calderón de la Barca y las teorías de Platón. La confluencia de la preocupación de enseñar de Platón (sobre todo en relación a la educación de los gobernantes) y el desarrollo de La Vida es sueño tienen una gran relación. Esta relación se ve en un apartado del libro de Platón, este apartado narra el conocido Mito de la caverna en el cual el hombre realiza un tránsito desde la imaginación hacia un epistemé o sistema de conocimiento de la realidad más allá de todas aquellas apariencias sensibles. Así, los esclavos encerrados en el mito se relacionan con personajes de La Vida es sueño como es el caso de su protagonista, Segismundo el cual está encerrado en una torre (caverna). Escuchar a Clotaldo y cegado por los halagos de la realidad marcan en Segismundo el riesgo evidente de la necesidad de experimentar el instinto y la pasión, porque es meditando sobre esto como Segismundo consigue escapar y acceder a la libertad auténtica, la que están en el mundo fuera de la torre (torre como caverna, mundo real como mundo inteligible).  Es así como el empuje de la pasión y del instinto precipitan a Segismundo a encontrarse con la belleza (la luz).

Ahora nos centramos en uno de los personajes importantes en la obra, Rosaura. Muchos investigadores afirman que es este el personaje clave de la obra debido a diferentes ideas, pero sobretodo el hecho de la búsqueda que hace Rosaura de su identidad perdida.

A continuación cuatro interpretaciones diferentes sobre Rosaura como personaje clave: Cesáreo Bandera ve en Rosaura el verdadero objeto de la predicción de la lucha que habrá entre Segismundo y su padre Basilio, es ella quien une fuerzas con Segismundo para ganar esta batalla.

Como segunda interpretación tenemos a Vittorio Bodini quien destaca la ambigua identidad de este personaje ya que durante la obra se va intercambiando su imagen a través de por ejemplo, combinación entre atributos de hombre y mujer. Pero que finalmente llega a su culminación en la Jornada III cuando dice  “siendo monstruo de una especie y otra, entre galas de mujer, armas de varón me adornan”  lo que sugiere su función de exceso retórico lo cual significa que es su palabra la que al llegar al escenario, lo puebla de laberintos, monstruos y confusión.

Una de las dos últimas interpretaciones es de Morón Arroyo el cual nos enseña a Rosaura como personaje clave a través de una relación con Adán y Eva. Así Rosaura será Eva que completa el sentido existencial de un Segismundo adánico que no había hallado hasta el momento de conocer a Rosaura, un ser donde poder reflejarse como indica su monólogo inicial.

 Por último, Maurice Molho cree que existe entre Segismundo y Rosaura una relación edípica que se basa en que ella es el objeto prohibido,  la madre deseada, es decir, el objeto del deseo para Segismundo. Dirá Segismundo: “Sólo a una mujer amaba / que fue verdad…”. Por último destaca la simbología que nos ha introducido el autor en los primeros versos que recita Rosaura donde vemos el simbolismo del caballo (instinto, orgullo y pasión) y el del jinete (razón).

Por lo tanto debemos juntar todo en uno y volver a la relación platónica en la cual el autor dice que la visión de Rosaura será para Segismundo la dirección del recuerdo hacia la “idea”, es decir, la recuperación de esa realidad que se halla más allá del sueño.  Así Rosaura destaca con el simbolismo de su nombre (Rosaura que si intercambiamos letras nos sale Aurora, el renacer).

El autor nos indica que belleza y conocimiento, bien y saber trazan el círculo de la teoría calderoniana de la realidad, no solamente conocerla, sino reconocerla. Con este punto de partida se puede llegar a dos terrenos, la seguridad de la conciencia o bien la seguridad de la moral. Calderón opta por la segunda.  Sin embargo, aquí relacionamos a Descartes, quien opta por la primera opción que dice que el ser humano al pensar crea su conciencia. Podemos observar la frase “Pienso, luego existo” que destaca claramente las ideas de Descartes. También, el autor del artículo observa un realismo ético, aprender actuando en la existencia real (un modo de enfrentarse al conocimiento y a la realidad), donde Basilio es el personaje que destaca.
Finalmente nos dice que ambos intentaron mostrar que la verdad se halla en el conocimiento y que La Vida es sueño es un sistema  de profundo pragmatismo.

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