martes, 6 de noviembre de 2012

Reflexión sobre San Juan de la Cruz

Hoy hemos podido aprender muchas cosas sobre San Juan de la Cruz, tanto su contexto como su vida.

Cuando hablamos sobre San Juan de la Cruz hemos de tener en cuenta que se encuentra en la época del  Renacimiento. Durante este periodo, influyen en él las métricas que usaban en aquella época como el soneto, las coplas, los cantares...

También debemos saber que hubo ciertos conflictos entre la Iglesia y los reformistas que, finalmente acabaron en el Concilio de Trento tratando de unir ambos lados. Uno de los fines de unir ambos lados es para hacer frente al imperio Otomano el cual ya habían perdido contra España.

De su vida podemos destacar que nació en una familia pobre y en una mala situación ya que a lo largo de su infancia se quedó sin padre. Tuvo que mudarse a Salamanca donde asistió a una escuela que ya empezó a influenciarle sobre la religión.

En Toledo, entró a formar parte de los Carmelitas en el bando de los calzados, hasta que santa Teresa consiguió convencerle de que se pasase al lado de los descalzos, eso creó un conflicto entre ellos lo cual hizo que San Juan de la Cruz fuera encarcelado. Tras pagar y con ayuda, consiguió escaparse de la cárcel y se fue al convento de las Carmelitas descalzas donde lo acogieron. Poco después. murió en su viaje de vuelta de Segovia.

San Juan de la Cruz fue un escritor el cual en varias de sus obras se centraba en el tema religioso pero, esto no quiere decir que su expresión del amor sea divino. Él recibe muchas influencias de Garcilaso de la Vega, a la vez muy influenciado por Petrarca quien no es nada religioso en el tema de la literatura. Por lo tanto, él si que hace referencias religiosas pero, son adaptaciones, por ejemplo, a aquella mujer que ama, la diviniza y como la ha divinizado, es una mujer que sube al cielo en cuerpo y alma que se trasformaría en la Virgen, la única capaz de subir en cuerpo y alma al cielo.





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